Matteo y su madre Lily (Angela Molina) son inseparables desde hace años. Comparten un apartamento, se responden mutuamente sus preguntas y pasan casi todo el tiempo juntos. Pero esa relación se trunca cuando a Lily le diagnostican una enfermedad mortal. Después del tiempo limitado de Lily, la pareja pone fin a su tóxica relación madre-hijo…